El influjo de la noche
Me fascina esta foto...
Ahora que las noches comienzan a ser tan largas y viajamos a toda velocidad hacía el más crudo invierno, me he regalado a mi misma una pequeña poesía en donde cuento el influjo que ejerce la noche en mi. Siempre me ha parecido sublime esa inmensidad de la oscuridad y como se transforma el paisaje bajo la luz de una luna que no siempre existe.
Y esta poesía dice así:
Querida compañera.
Amiga fiel,
eterna aliada, alma estrellada.
Testigo
silente de mis amores y desamores.
Acompañante
de mi sueño postrero.
Siempre, tan
misteriosa, tan enigmática, tan codiciosa.
Artistas
y poetas te han cantado mil canciones.
Querida compañera,
en el
silencio que emanas encuentro impavidez.
Quiero
perderme en tu inmensidad y descubrir otro universo.
Siempre me
rendiré a tus pies, porque tu serenidad me embauca,
tu
influjo me cautiva, tu prosapia me embelesa y en ti me enredo.
Buenas
noches, querida compañera.